Arquitectos con vision empírica y humanizada deberán iniciar movimientos privados para salvar nuestra civilización (Latin "civitas": ciudad) en un Hábitat hostil y con el objetivo de balancearlo. Ya existen numerosas poblaciones con necesidad de ser reubicadas hacia tierras más seguras o altas. Las ciudades a nivel del mar poseen cultura marina, en vez de una migración masiva, podríamos construir ciudades flotantes (ver gráfico). Primeros pasos: abandonar automóviles y renunciar a toda urbanización basada en el automóvil; bicicletas y trenes salvarán lo que queda del paisaje; evitar bolsas y envolturas de plástico; renunciar a ropa, zapatos y juguetes de plástico; reciclar todo lo posible; obtener comida de áreas cercanas a la cual vivimos. Finalmente, alejarse de las llamadas "redes sociales", pues son usadas para monitorear y controlar la vida de una población adormecida que contempla a la civilización colapsar en tiempo real en millones de pixeles de colores. (página 7 de 7)

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